25 agosto 2010

Pido vez : pala y bola












Días de ping pong.
Regresó el tenis de mesa a mi vida en forma de kit de regalo vacacional. Treinta años atrás recorría las calles a diario con mi funda a cuadros que protegía mi pala y dos bolas nitakku. Mi objetivo era ser el rey de mesa cada tarde en la sociedad a la que acudía el mayor tiempo posible. Para ello había que optar por una mesa habilitada con posibles rivales asequibles. ¡ pido vez! pala y bola....
Con las horas de juego al aire libre en aquellas mesas de cemento progresaba mi técnica y conocía nuevos rivales más cualificados, nuevos trucos y técnicas de i+d domésticas pegando nuevas gomas , empleando la nevera para provocar nuevos agarres. Con los años fui abandonando la raqueta menor por nuevos retos intentando emular a Connors....
Recuerdo las pachangas en casa de José María después de las copiosas comidas , o el juego del spectrum con palas fantasma que ahora emulan los iphones , los chupitos de anís por punto perdido o el sonido estéreo discotequero provocado por 5 partidas simultaneas en las salas de juego.
Para recrearlo tenemos poca música adecuada con ese mágico pin pon por sonido nada mejor que la mejor película de ping pong de la historia, Forrest Gump, que recrea las escenas de tenis de mesa al ritmo de los DOORS con Hello I love you, People are strange y Break on through
OOOO las mejores jugadas al ritmo de Offspring , o algo de OK go jugando una partida...
Al saque , definitiva.....


2 comentarios:

  1. hacemos lo que se puede, es como la cocina de mercado , lo que apetece cada día .Un saludo

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